La telaraña metálica

Caminando por el Puma Urban Art me topé con esta gigantesca telaraña metálica.
De tamaño colosal (ocupaba casi todo el salón), es una manifestación artística poco frecuente que capta al instante la atención de los visitantes.

Metáfora de nuestra sociedad: es una suerte de prisión, un calabozo de acero que nos retiene bajo una supuesta felicidad, un encierro complaciente que prolonga nuestra sinrazón y no nos deja pensar.

La máquina de fabricar gorditos

(Las fotos las saqué en el Puma Urban Art) 

Uno de los productos con mayor arraigo de la llamada «globalización» es, sin lugar a dudas, la hamburguesa. Ronaldo, con sus rizos colorados, nos ofrece este suculento manjar imperialista a cambio de nuestra salud (y unos pocos dólares).

Así lo ha demostrado el documental Super Size Me, que ha logrado poner al descubierto la nocividad en la ingesta frecuente de estos alimentos. Paradójicamente, las cadenas de comida rápida engañan a los consumidores con cuentos sobre lo beneficioso y nutritivo de sus «combos».

Independientemente de sus cualidades dañinas, la hamburguesa es un instrumento de desintegración cultural. Recuerdo cuando estuve en la Plaza Central de Cusco, la capital del antiguo Imperio Inca, y me topé con un Mc Donald´s repleto de turistas. Realmente me dio mucha pena. Y ejemplos de este estilo lamentablemente abundan.

Por otra parte, la utilización de la hamburguesa como herramienta colonizadora se manifiesta incluso en los dibujos animados. Anteriormente traté el caso Bob Esponja.

Puma Urban Art

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Un poco atrasado subo las fotos de la 2da edición del Puma Urban Art, que se llevó a cabo el 3 y 4 de marzo en el Centro Cultural Recoleta. En términos generales noté una evolución con respecto al año pasado: mayor cantidad de obras, más metros cuadrados de exposición y muchísima más gente (hubo más difusión), lo que pone de manifiesto el creciente interés del público por esta forma de arte.

Habemus rosa

Por Luciana Bugao

Las tardes en la Avenida Figueroa Alcorta se llenan de color a la altura de la Facultad de Derecho con un rosa vibrante en una obra cuyo autor desconozco.

El puente peatonal que cruzan miles de jóvenes próximos a recibir su título de abogados, fue diseñado hace más de 40 años y gozó de un color gris pálido hasta hace poco, cuando alguien decidió darle un poco de magia con este intenso color y vestirlo con una gran obra.

Como leí alguna vez por ahí, el color rosa es «emocionalmente relajado», refleja el amor inocente, la entrega total y la ayuda al prójimo. ¿Qué mejor color para ponerle a este puente que el color rosa? Sensible y desinteresado.

Que su altruismo nos acerque a la justicia!

La senda psicodélica

Foto: Paula Lemmo

 La noche era el refugio de sus vidas.
Fue una época agitada donde el frenesí marcaba la rutina.
Extasiados recorrían felices las calles porteñas, de la mano o distanciados, pero siempre sonrientes.
Aquellos dos tenían una simbiosis especial, un magnetismo que los unía y los hacía inseparables, una fijación que los tornaba invencibles.